martes, 8 de diciembre de 2009

Urge un destrozo.

Os necesito, amigos.
Sois el punto de apoyo que mueve mi universo.
Necesito oír cómo respirais, cómo huele vuestra nuca, cómo suena vuestro corazón.
Necesito ocupar un metro a mi alrededor,
un espacio en el que sólo cabe el destello de una mirada,
con vuestra mirada.
Necesito el calor de un cuerpo tenso bajo un fino jersey, bajo una breve camisa.
Me hace falta la presión de la mano sobre el muslo.
Algo de amor.

...

Intento hacerme daño.
Busco provocarme un dolor que justifique una decisión.
Necesito un revulsivo que me reviente por dentro y convierta mi decisión en una cuestión casi médica, en un problema de salud.
Será como cuando dejas el tabaco: "me tengo que quitar de esto".
Necesito la soledad de la caída para necesitar la compañía de la llegada al duro asfalto.
Urge un destrozo para recomponer los muebles.

13/05/2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario